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El pasado sábado, en los tribunales de General Pico, durante la audiencia de una pareja acusada de intentar vender un auto robado en Buenos Aires, que habían traído desde Santa Rosa a la mitad de su valor de mercado, se entregaron a un apasionado beso en plena formalización.

Nunca se cumplió mejor lo dicho por el cura "En las buenas y en las malas",  y justo cuando se anunciaba que ella sería liberada con restricciones, pero él, aunque también hubiera sido liberado en este causa con la condición de presentarse en una comisaría cercana a su domicilio en la capital pampeana, tenía pendiente una orden de captura de General Alvear, Mendoza por lo que seguiría detenido hasta su traslado a dicha provincia para resolver su situación procesal en ese momento se miraron a los ojos, sin importarles el lugar, ni la circunstancia, y se besaron  apasionadamente  ante la atenta mirada del Juez Diego Ambrogetti, que como Roberto  Galan en su programa " Yo me quiero casar y usted  " miraba atentamente ese beso  qeu duro segundos pero que encerro  amor , desesperación   e incertidumbre por el futuro,  mientras el Fiscal Matias Juan   como testigo y el defensor Alejandro Caran serio como edecan observaban lo que pasaba.

El momento fue interrumpido cuando los policías encargados de la custodia les dijeron "paren, acá no pueden besarse, estamos en tribunales ,respeten", y la realidad  volvió a imponerse... Mas allá de la situación y la seriedad que tiene este acto de la justicia  " "Que viva el amor"